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Pastoral Carcelaria de la Diócesis de Valdivia da a conocer los resultados y cantidad de personas beneficiadas con la campaña solidaria realizada en agosto del presente año.

El mes de agosto es, para el mundo católico, el Mes de la Solidaridad, y aunque las obras de misericordia y caridad están presentes durante todo el año en comunidades de movimientos, parroquias, establecimientos educacionales confesionales y pastorales, es durante este mes que se intensifican. El año 2021, como Diócesis de Valdivia a través de la Pastoral Carcelaria, se quiso concientizar sobre la realidad de las personas privadas de libertad, así como movilizar acciones para realizar un acto de solidaridad con esta población.

La campaña reunió un total $914.590, de los cuales $47.455 fueron transferidos de Caritas Chile a través de la plataforma Multiplicando la Solidaridad, que funciono temporalmente. Con estos aportes se compró 166 kit de higiene. Además de los aportes económicos, hubo donaciones en insumos, con estos se lograron armar 84 kits. Con todo esto el total de kits de higiene fueron 240, con los que se beneficio a igual cantidad de internos, 200 varones y 40 mujeres.

Desde la Pastoral Social Caritas se señala que también se recibió ropa usada, la cual fue seleccionada y se ha estado distribuyendo acorde a la necesidad de los internos. De igual forma hay productos donados con los que no se pudo elaborar kits “completos” (cepillos de dientes, maquinas de afeitar, etc), los que se van entregando de acuerdo con la necesidad. Estas tareas las realiza la Pastoral Carcelaria de la Diócesis de Valdivia.

El presbítero Diego Gallardo, quien acompaña a la Pastoral Carcelaria de Valdivia expresa su agradecimiento a quienes se hicieron participes de esta campaña, “gracias a tantos hermanos y hermanas que nos permiten ser bálsamo en el dolor. Gracias a quienes donan su tiempo, su talento y su dinero para ir en ayuda de quienes más lo necesitan.”

Una reflexión al finalizar la campaña

El padre Diego también reflexiona sobre lo que significó la campaña realizada:

“Durante el transcurso de este año se hizo una campaña de recolección de útiles de aseo lana y telas para ingresar a la unidad penal de Valdivia, para ir en ayuda del privado y privada de libertad, internos provenientes de los lugares más recónditos de Chile. Desde Arica a Punta Arenas. Fue un tiempo para dar a conocer lo difícil que es la vida en la cárcel, donde cosas tan simples como papel higiénico hace falta. Y es tremendo cuando te piden pañuelos desechables para ir al baño o te dicen “hermano llevo meses sin shampoo.” Esta campaña ayudó a acercarnos a los internos y sus necesidades materiales y escuchar como respuesta “Gracias, que Dios los bendiga”.


Dentro de las acciones sociales que realiza la Iglesia católica en Valdivia se encuentra la Pastoral Carcelaria, un acompañamiento que se hace a las personas privadas de libertad, a través de la presencia en el Complejo Penitenciario de Valdivia de personas que voluntariamente asisten durante el año para ofrecer una mano solidaria.

En el marco de la campaña “Felices los misericordiosos porque serán tratados con misericordia”, que busca reunir útiles de aseo y materiales como tela y lana, el padre Diego Gallardo, comenta su experiencia como integrante de la Pastoral Carcelaria y capellán del Complejo Penitenciario de Valdivia.

¿Cómo acompaña la pastoral Carcelaria? ¿Qué hace?

La pastoral carcelaria va construyendo Iglesia en medio de la cárcel, descubriendo a Dios que se hace presente en medio de ese lugar. A Dios nuestro Padre que se va manifestando en la vida de los privados y privadas de libertad. En lo práctico se comparte la vida con los internos, se hace una lectura orante de la Palabra de Dios y se vive un momento de oración. También se ha procurado contribuir con útiles de aseo y con materiales para que los internos puedan trabajar, como son telas, maderas, entre otros.

¿Cuál es la realidad de la cárcel en pandemia?

Cuando partió la pandemia, se vio esa incertidumbre que se vivió en todos los espacios, ese miedo. Una de las primeras decisiones de los hermanos y hermanas privadas de libertad fue la de renunciar a su visita, tenían dos días de visita a la semana. Algunos módulos se fueron aislando de todo ente externo.

Dada la suspensión de muchas actividades internas, colegio o talleres, actividades pastorales, lo difícil que se hace -sobre todo para los que son de más lejos- el ingresar elementos para trabajar, ha hecho que la cárcel se vuelva violenta. Hemos tenido episodios difíciles de violencia, donde hermanos privados de libertad han perdido la vida.  Y resuena fuerte el recuperar humanidad, humanizar, darle dignidad a quien ha visto su dignidad perdida, dar una ocupación significativa a quien no ha sabido o no ha tenido las herramientas para modular cosas tan básicas como los sentimientos.

¿Qué opinas de la famosa frase “en Chile se encarcela la pobreza"?

Al recorrer los espacios carcelarios me fui dando cuenta que esta frase dicha por la hna. Nelly, Capellana de la cárcel de mujeres de San Joaquín, al Papa Francisco en 2018, describe lo que es la realidad de nuestras cárceles. Hombres y mujeres que nunca han estado insertos en la sociedad, que no han pasado por la formalidad de la educación, que han sido carentes de oportunidades tan básicas, donde su entorno no ha sido seguro.

¿Crees que en Chile se puede salir realmente de la cárcel? ¿Existe la reintegración?

Esta pregunta es difícil de responder, si pensamos en el privado de libertad común, quien ha vivido en el entorno delictual y que ese es su mundo, puesto que nunca ha pertenecido a la sociedad y a los parámetros o construcción que la sociedad ofrece. En otras palabras, el Estado nunca ha llegado ahí, nunca ha estado presente, ellos no han pertenecido a la sociedad.  Por ello es interesante no hablar de reinsertar, sino de integrar.

¿Será que como sociedad somos indiferentes y la cárcel permite ignorar aquellos rostros que no queremos ver?

La cárcel es un espacio oculto. Solo teniendo la oportunidad de ingresar y compartir con los privados y privadas de libertad se descubre lo separado que se está, las normas y códigos distintos que se viven en las unidades penales.

Cuando llega un candidato presidencial con la promesa de que ha de acabar con la puerta giratoria, y propone como solución para acabar con la delincuencia penas más altas y efectivas de privación de libertad, nos hace asumir que las cárceles son un lugar donde se encierra todo aquello que no queremos.

La cárcel es reflejo de la cultura del descarte, de aquellos que simplemente hacemos no existir. Pues no tampoco queremos ver o hacernos cargo de aquellos que en nuestras poblaciones no son parte de la sociedad, sino que viven en otros códigos, y lo único que le ofrecemos al final del día es privarlos de libertad.

Si preguntáramos en el centro de las ciudades hoy a las personas que transitan, en qué piensan cuando se dice la palabra cárcel ¿Qué crees que responderían la mayoría?

Violadores y asesinos.

Si yo te pregunto qué es lo primero que piensas cuando digo la palabra “Cárcel” ¿Qué me responderías?

Deshumanización, esclavitud y pobreza.

“Porque estuve preso y me visitaste”, señala Cristo en un pasaje de los Evangelios, cuando se refiere al Juicio Final ¿Cómo sientes que estaríamos los cristianos de Valdivia en este aspecto si el Juicio se realizará ahora?

Respecto a este punto saldríamos con una respuesta muy negativa, si bien está presente en la orgánica pastoral de la diócesis y ha habido intentos de ofrecer el espacio carcelario como un espacio de misión tanto para movimientos o comunidades, la respuesta ha sido muy baja y/o nula. Y se entiende desde la cultura del descarte que vivimos, donde somos indiferentes a este espacio donde Dios se va haciendo presente como Padre amoroso que está dispuesto a ofrecer su amor misericordioso.

Tú te sumaste a un grupo de personas que ya visitaba la cárcel de Valdivia desde antes. Desde tu integración a este grupo de hermanos y hermanas, si ahora tuvieras que invitar a participar a más personas, ¿qué experiencia de esperanza y misericordia compartirías?

Para los hermanos y hermanas privadas de libertad, la presencia de alguien que viene desde su hogar a estar unas horas con ellos es importante, les respetan y los tratan con mucho cariño. Son capaces de abrir su corazón y sus afectos.

Las preguntas constantes durante este tiempo de pandemia, de cómo están las y los agentes pastorales que visitaban la cárcel.

Esos momentos de oración, donde los hermanos y hermanas privadas de libertad oran con sinceridad por aquellos que viven en situación de calle, por aquellos que pasan hambre y sufren.

Las comunidades parroquiales, los establecimientos educacionales católicos, la Iglesia de Valdivia, ¿de qué forma colaboran y se hace participe de este servicio, que es una expresión de toda la comunidad eclesial?

Tenemos el desafío y la oportunidad de construir iglesia en este espacio deshumanizado como es la cárcel; de proponer el Evangelio de Jesús como respuesta real a lo que aquí se vive; de dejarnos encontrar por Dios en la Cárcel, pues Él se revela y se da a conocer en este espacio.

La Iglesia católica a lo largo de todo Chile está desarrollando la iniciativa “Multiplicando la Solidaridad”, una plataforma a través de la cual las personas pueden apoyar diversas acciones sociales como comedores, acompañamiento de adultos mayores, entre otras. La Diócesis de Valdivia está participando a través de la campaña Felices los Misericordiosos, que busca apoyar con útiles de aseo a las personas privadas de libertad del Complejo Penitenciario en Valdivia. Si usted desea colaborar le invitamos a ingresar a www.multiplicandosolidaridad.cl


El Área Social CARITAS se reúne a mirar el camino recorrido en esta crisis social y sanitaria, y a reflexionar en las acciones a seguir para cumplir con su servicio.

El pasado martes 13 el Área Social CARITAS se reunión vía zoom con las coordinaciones parroquiales de la Pastoral Social, y quienes son responsables de las pastorales carcelaria, migratoria y hospitalaria. El encuentro tuvo como objetivo el compartir el camino recorrido desde el servicio pastoral especifico, así como reflexionar en torno a las experiencias de este tiempo de pandemia y, finalmente, dialogar en torno al énfasis pastoral diocesano del Cuidado de cada persona, su familia y comunidad, que coordina esta área.

Los participantes compartieron el movimiento solidario que actualmente se vive en la Diócesis de Valdivia, y que apunta principalmente a la seguridad alimentaria, lo que se desarrolla en casi todas las parroquias, ya sea a través de comedores solidarios y/o apoyo en mercadería a las familias de sus sectores. Luego en una dinámica de grupos se compartió y reflexionó acerca de las necesidades más sentidas en el ambiente que sirve que agente pastoral, resaltan la escucha y acompañamiento, especialmente de adultos mayores, y la preocupación por las personas en situación de calle.

Los tres Énfasis Pastoral 2021-2023 fueron tomados por algunas áreas para coordinar y responsabilizarse de animar en la diócesis su desarrollo. El Área Social es responsable de animar el énfasis Cuidado de cada persona, su familia y comunidad, encargo pastoral que fue recibido como un desafío que motiva a pensar acciones concretas a desarrollar en medio de la crisis social y sanitaria que vive el país.


Diseñado y administrado Juan Latorre.