Alegría diocesana por nuevo diácono en tránsito

Juan Carlos Igor, Hermano de la Asociación de Fieles Adsis, recibió la ordenación de manos de monseñor Ignacio Ducasse, Arzobispo de Antofagasta en el templo Catedral de Valdivia.

El pasado sábado 21 de abril, en compañía de hermanos y hermanas de la Pastoral de Educación Superior (PES), de las parroquias San Pablo y San Pío X, de miembros de las diversas parroquias y comunidades presentes en la diócesis, el clero, y la comunidad de la parroquia el Señor de Renca, de Santiago; Juan Carlos Igor recibió el orden de diácono. La celebración tuvo lugar en el templo Catedral de Valdivia a las 17:00 horas y fue presidida por monseñor Ignacio Ducasse Medina, Arzobispo de Antofagasta.

 Tras esta celebración, el diacono en tránsito, Juan Carlos Igor dio un nuevo sí a la llamada que Cristo le hiciera hace ya bastantes años. La vida del nuevo diacono, ha estado marcada por la presencia de Dios, como lo señaló el presbítero Álvaro Chordi, Consejero Regional de Adsis, quien al presentar al candidato. Juan Carlos ha sabido dar testimonio de Cristo, primero en su vida y servicio, en su Chiloé natal, pasando por sus años en Valdivia como estudiante de derecho en la Universidad Austral de Chile (UACh) e integrantes de la PES, y luego en Temuco y Santiago prestando diversos servicios pastorales, pero también ejerciendo su carrera como abogado, en el Servicio Nacional de Menores.

 

Días de fiesta

Juan Carlos comenzó su servicio como diácono de forma rápida al ser solicitado por la parroquia San Pablo para acompañar en la misa dominical del 22 de abril. En esta celebración pudo compartir los 12 años de la comunidad de base Juan Pablo II.

El nuevo diácono participó de diversas celebraciones en estos días posteriores a su ordenación, incluyendo, el templo Catedral de Valdivia y la celebración en el Obispado de Valdivia, así como atendiendo diversos compromisos con amigos, amigas y miembros de la comunidad diocesana de Valdivia.

 

Servicio en Santiago

Este tiempo que inicia Juan Carlos lo vivirá sirviendo y caminando junto a la parroquia el Señor de Renca, en Santiago. Por eso, desde ya, como comunidad diocesana nos alegramos por este hermano, y por el llamado que Dios le ha hecho, y unidos en oración pedimos por su vocación, para que su labor sea testimonio de Cristo, el Buen Pastor en los tiempos de hoy.

 

Presentación de Juan Carlo Igor

Estas fueron las palabras con las que Alvaro Chordi, Consejero Regional de Adsis, presentó a Juan Carlos Igor a monseñor Ignacio Ducasse.

"Juan Carlos Igor Güichacoy, hijo de Héctor y Carmen, nació en Ancud y creció en Dalcahue hace 44 años, y tiene tres hermanas: Yasna, Claudia y Viviana. Una familia, D. Ignacio, muy unida y extensa, escuela de oración y servicio, aquí presente, acompañando a Juan Carlos en este día en que Dios está cumpliendo sus promesas.

 

Como usted bien conoce, desde muy joven Juan Carlos se sintió llamado por Dios al ministerio presbiteral, y por eso ingresó como seminarista de la diócesis de Ancud en el Seminario Pontificio de Santiago, formación que luego suspendió para venir a esta ciudad y estudiar Derecho en la UACh. Se graduó y ejerció como abogado durante diez años acá siendo usted su Obispo. En esa época conoció a la comunidad Adsis, acogiendo su vocación por la que optó como Hermano un día como hoy hace 17 años. ¡Bonita coincidencia! El miércoles pasado, Juan Carlos nos contaba que Adsis ha sido su tierra sagrada donde Dios ha sacado lo mejor de él. Renovaba ante Dios y sus hermanos de comunidad el compromiso vocacional, expresando con fe: “Aquí quiero vivir y morir”.

 

Hoy Juan Carlos es más consciente de que este tesoro vocacional y ministerial lo llevamos en vasijas de barro. En su debilidad, va aprendiendo a lavar los pies y a ser más discípulo del Señor y servidor de sus hermanos. Estima la fe de las personas. Los pobres le conmueven y sus parroquianos –ayer San Pablo y San Pío X y hoy El Señor de Renca– se convierten en su mejor escuela diaconal. "Juan Carlos ama el ministerio que hoy recibe", me confiaba esta tarde su amigo David, carmelita.

 

En esta Iglesia chilena, herida y cuestionada, en estado de oración, acontece un signo del Resucitado que encuentra vida en las llagas de Jesús: Juan Carlos da un paso adelante, se presenta ante usted y la Iglesia entera diciendo humildemente con voz alta: el Espíritu me ha transformado y actúa en mí, confío en Dios, me dispongo y respondo con obediencia desde la fe recibida en mi familia, nutrida en mi comunidad y derramada en toda la creación.

 

Juan Carlos ha colaborado en la Pastoral de Educación Superior de Valdivia, Temuco y Santiago. Es un hermano que ha acompañado a jóvenes durante toda su vida. Hoy lo hace en la pastoral juvenil de su parroquia. Hace diez días celebrábamos el primer aniversario de la Pascua de José Luis Pérez Álvarez, quien fundó el Movimiento Adsis en 1964. José Luis tenía el arte y la sabiduría evangélica de llegar al corazón de los jóvenes, quienes con el tiempo se convertirían en sus hermanos y hermanas. Tengo la certeza de que José Luis ora e intercede por Juan Carlos y por tantos jóvenes, a quienes les lanzaría estas palabras: apasiónate con Dios, enamórate de Jesús, apuesta por la fraternidad, atrévete a gastar tu vida por los pobres, ama tu Iglesia y déjate ayudar por tus hermanos.

 

Juan Carlos ha vivido en una comunidad Adsis configurada expresamente al servicio de su proceso formativo ministerial en Santiago, en el que Paula y Martín con sus dos hijos, Lucía y Vicente, junto a Claudia, María José, Helena y quien habla, con la ayuda de Dios, hemos formado juntos a este hermano nuestro que presentamos y después de consultar al pueblo cristiano, especialmente la parroquia de El Señor de Renca, doy testimonio, con amor y responsabilidad, de que está preparado"; concluyó el Consejero Regional de Adsis, presbítero Álvaro Chordi.


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