“Gracias”

Es la palabra que resume el sentimiento de las misioneras del Instituto Id de Cristo Redentor (Misioneras Identes) tras marcar presencia por 21 años con su servicio diocesano pastoral en nuestra Iglesia de Valdivia.

A las 19:00 horas del pasado lunes 13 de diciembre se celebró una Eucaristía en el templo Rectorial San Francisco, presidida por don Santiago Silva Retamales, Obispo de Valdivia, en compañía de laicos, laicas, religiosas, religiosos y el clero. En representación de toda la Diócesis de Valdivia, se vivió esta acción de gracias por la vida y misión de las hermanas Ana María Salinas Cortez, Bernardita Moreno López y Fabiola Ojeda Harding, Misioneras Identes que dejan nuestra diócesis a partir del 21 de diciembre para servir en la Diócesis de Rancagua.

En la celebración también participaron la hermana María Teresa Otón Parés, Superiora Provincial de la Misioneras Identes, y el reverendo padre Ricardo Bachiller Ramiro, Superior Provincial de los Misioneros Identes.

 La celebración estuvo marcada por signos de agradecimiento por los más de 20 años en que las religiosas Identes compartieron y trabajaron en distintas áreas de nuestra pastoral diocesana. Entre algunos de sus servicios encontramos la fuerte presencia comunitaria, primero en la Parroquia Sagrado Corazón y finalmente en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, la acción social a través su presencia en la Pastoral Social del Obispado de Valdivia, pero también en voluntariados como “Redes de Esperanza” o en la presencia desde el propio trabajo en la cárcel y el Hospital Regional. Las hermanas también hicieron presente su carisma en comunidades como el Instituto Salesiano de Valdivia o el Instituto Inmaculada Concepción, desde el ejercicio de la pedagogía, así como en la formación de laicos en la Casa de Formación San Lorenzo, ministros extraordinarios de formación, catequistas, en el acompañamiento de jóvenes en la Pastoral de Educación Superior y la comunidad de Jóvenes Profesional.

Es indiscutible que la huella de las religiosas Identes es profunda y fecunda en amor, en un amor filial a Dios Padre, que testimoniaron adentrándose y vinculándose en todos los ámbitos de la diócesis de Valdivia ofreciendo y compartiendo su carisma con todos. Su característica sonrisa y siempre dispuestas a trabajar por la diócesis, son parte del recuerdo que permanecerá en nuestra Iglesia local.

Como Pueblo de Dios que peregrina por Valdivia, en las 9 comunas de esta Región de Los Ríos, no podemos sino sumarnos a las palabras que la hermana María Otón señaló luego del envió en la Eucaristía, un enorme gracias a ustedes Misioneras y Misioneros Identes por hilarse en la vida diocesana con el fin de enseñarnos esa particular forma de amar y vivir con Dios, desde la experiencia filial de quien se sabe hijo e hija de Dios. Gracias.


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