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Las comunas de Río Bueno, Paillaco y Valdivia vivirán otro año más la fiesta al santo romano que congrega a miles de personas en toda nuestra diócesis.

El 20 de enero la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Sebastián, mártir romano. Esta es una de las fiestas religiosa más extendidas en Chile, especialmente en la zona sur, y que en nuestra diócesis se vive fervientemente en las comunas de Río Bueno, Paillaco y Valdivia con misas y peregrinaciones para honrar al santo.

Río Bueno

En la parroquia Inmaculada Concepción, de Río Bueno

Sector Crucero, Capilla Sagrado Corazón de Jesús

Sector Los Copihues, Huacamalal

Sector La Aguada, Puro Chile

08:30 horas - Rosario del Alba

15:00 horas - Eucaristía

19:30 horas  -Eucaristía

09:00 horas -Eucaristía

   

11:00 horas -Eucaristía

   

14:30 horas -Procesión que finaliza con Eucaristía

   

 

Paillaco

Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Paillaco

(El templo estará abierto desde las 06:00 am)

Rosario y Letanías a San Sebastían

08:00 horas

Misa y Confesiones 

09:00 horas

Misa y Confesiones 

11:00 horas

Misa, Bautismos y Confesiones 

12:30 horas

Rosario y Letanías a San Sebastían

14:00 horas

Misa y Confesiones 

15:00 horas

Procesión con la Imagen de San Sebastián por las calles de la ciudad

16:00 horas

 

Valdivia

Parroquia Nuestra Señora del Carmen

Nuestra Señora del Carmen, en Collico

Capilla del sector Calle-Calle

Misa a las 07:00 horas

Misa a las 09:00 horas 

Misa a las 10:00 horas

Misa a las 10:00 horas

Misa a las 12:00 horas

Procesión a las 12:00 horas, concluye con Misa

Procesión a las 19:00 horas, concluye con Misa

Misa a las 14:30 horas

                                      Capilla San Antonio, en Niebla

Misa

12:30 horas

Procesión 

17:00 horas

Breve historia de San Sebastián

Sebastián, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. Era respetado por todos y apreciado por el emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo. Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador Maximino quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo.

El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el Emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y arrojaron su cuerpo a un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián..

 


Las comunas de Río Bueno, Paillaco y Valdivia vivirán otro año más la fiesta al santo romano que congrega a miles de personas en toda nuestra diócesis.

El 20 de enero la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Sebastián, mártir romano. Esta es una de las fiestas religiosa más extendidas en Chile, especialmente en la zona sur, y que en nuestra diócesis se vive fervientemente en las comunas de Río Bueno, Paillaco y Valdivia con misas y peregrinaciones para honrar al santo.

En la parroquia Inmaculada Concepción, de Río Bueno

Sector Crucero, Capilla Sagrado Corazón de Jesús Sector Los Copihues, Huacamalal Sector La Aguada, Puro Chile
08:30 horas Rosario del Alba 15:00 horas Eucaristía 19:30 horas Eucaristía
09:00 horas Eucaristía    
11:00 horas Eucaritía    
14:30 horas Procesión que finaliza con Eucaristía    
     

Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Paillaco

(El templo estará abierto desde las 06:00 am)

Rosario y Letanías a San Sebastían 08:00 horas
Misa y Confesiones  09:00 horas
Misa y Confesiones  11:00 horas
Misa, Bautismos y Confesiones  12:30 horas
Rosario y Letanías a San Sebastían 14:00 horas
Misa y Confesiones  15:00 horas
Procesión con la Imagen de San Sebastián por las calles de la ciudad 16:00 horas

Parroquia Nuestra Señora de Lourdes

Nuestra Señora del Carmen, en Collico Capilla del sector Calle-Calle
Misa a las 07:00 horas Misa a las 09:00 horas 
Misa a las 10:00 horas Misa a las 10:00 horas
Misa a las 12:00 horas Procesión a las 12:00 horas, concluye con Misa
Procesión a las 19:00 horas, concluye con Misa Misa a las 14:30 horas

Breve historia de San Sebastián

Sebastián, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. Era respetado por todos y apreciado por el emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo. Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador Maximino quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo.

El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el Emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y arrojaron su cuerpo a un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

La veneración a San Sebastián es muy antigua; es invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión, y además es llamado además el Apolo cristiano ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general.

 


HOMILÍA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA 2017

LITURGIA FINALIZACIÓN MES DE MARÍA. DECANATO SAN ANTONIO ABAD

VOCACIÓN DE MARÍA, (Lc 1, 26-38)

(en el Año Vocaciones y Ministerios, en Sede vacante, esperando visita del Papa Francisco)

Catedral – Plaza de la República,

Valdivia 8 de diciembre de 2017

         Queridos hermanos y hermanas, amigos y amigas. Queridos caminantes, peregrinos, de nuestras calles y de nuestras vidas:

I.- María en la Iglesia. María en el Pueblo de Dios.

María de Nazaret, la Virgen Santísima, Madre de Jesucristo y Madre nuestra, nos ha convocado un año más para compartir y celebrar nuestra fe. María, la llena de gracia, que nos acompaña con la riqueza de tantas advocaciones.

La Virgen Inmaculada, criatura única, preservada del pecado, que la Iglesia celebra hoy, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

La Virgen del Rosario, Patrona de nuestra Diócesis, que nos conduce a la contemplación de los Misterios (Acontecimientos) de nuestra fe: gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos. Junto a tantas otras fiestas en nuestra diócesis, como la de la Candelaria. Y sin olvidar, aquí en la ciudad, nuestra gruta de Lourdes.

Nuestra Señora del Carmen, Patrona de Chile, que protege y acompaña la vida y anhelos de que se realice un “Chile, hogar para todos”, sin excluir a nadie. Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América… y tantas otras por el mundo entero.

María, acompaña la vida de cada cristiano y de toda la Iglesia, ella es imagen y modelo de la Iglesia, como nos recordaba el Papa Francisco en los inicios de su Ministerio, aludiendo a palabras del Concilio Vaticano II.

Efectivamente, hermanos, esta especial relación con María, de tanto arraigo en el Pueblo de Dios, ya fue propuesta por Nuestro Señor Jesucristo desde la Cruz. Nos dice el evangelio según San Juan: “Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: ‘Mujer, ahí tienes a tu hijo’ Luego, dijo al discípulo: ‘Ahí tienes a tu madre’. Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa” (Jn 19, 26-27). Luego, nos dirá el primer informe de la comunidad de Jerusalén, en los Hechos de los Apóstoles, que María estaba con ellos permaneciendo en oración, en la espera del Espíritu Santo (Cf. Hch 1,14).

II.- Vocación de María, modelo de toda vocación.

En este año en el que, desde las Orientaciones Pastorales de nuestra Diócesis, hemos venido trabajando la línea de acción: Vocación y Ministerios, contemplamos a María como modelo de vocación. Con ella deseamos renovar nuestra vocación bautismal, y cada una de nuestras vocaciones específicas, así como todos nuestros ministerios y servicios.

  • Como María, también nosotros experimentamos de diversas formas, que Dios irrumpe en la normalidad de nuestra vida, y nos sorprende, para contar con nosotros en su plan de felicidad para todos y cada uno.
  • Dios se nos acerca, nos llama por nuestro nombre, nos hace una propuesta capaz de llenarnos de alegría, dándonos su gracia, su amor y cercanía. “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”
  • ¿Nos damos cuenta, hermanos, de la grandeza de la llamada y elección de Dios? ¿Nos damos cuenta del gran regalo que es experimentar que Dios pronuncia nuestro nombre, nos declara su amor y nos confía una misión capaz de llenar de sentido nuestra vida? Y esto en cualquier edad y condición.

Les invito por unos instantes a pronunciar en silencio su nombre y a sentir que Dios lo pronuncia y les rodea de su amor y gracia…

  • Nos dice el Evangelio que María “se turbó y se preguntaba…” Seguramente, también nosotros nos turbamos, con tanto amor y cercanía de Dios, y nos preguntamos a qué nos invita Él a cada uno.
  • Como cristianos, ya en el Bautismo, asumimos el compromiso de luchar contra el mal, creer lo que Dios nos ha revelado como amigo, y vivir amándole a Él y a los hermanos, construyendo así su Reino de amor y paz. En la Confirmación recibimos más plenamente el Espíritu para realizar esta misión. La Palabra de Dios ilumina siempre nuestro camino y en la Eucaristía recibimos el alimento para andarlo.
  • Tenemos un gran camino común a todos. Sobre ello, nos queda discernir la vocación y servicio al que hoy nos llama el Señor a cada uno. Hemos de preguntarnos: “yo ¿qué puedo aportar? ¿en qué puedo servir mejor? ¿a qué me está invitando Dios? Esto lo tenemos que hacer todos, desde los niños que han celebrado la Primera Comunión hasta las personas de edad avanzada.
  • El Señor nos va dando señales: en el silencio de la oración, en las invitaciones de otros hermanos en la Iglesia, en los hermanos necesitados, en tantos servicios e iniciativas que necesitan de nuestro compromiso…
  • Ante dudas y dificultades, como a María, Dios nos dice: “No temas”, yo te daré mi gracia, mi Espíritu.
  • Nosotros estamos llamados a seguir el ejemplo de María, confiar y responder afirmativamente. Como el Sí de María, de tanta transcendencia en la Historia de Salvación, también nuestros “Sí” son insustituibles.
  • Me dirijo especialmente a los jóvenes (muchos se han confirmado estos meses, un buen número se han ofrecido como voluntarios papales…). Queridos jóvenes, vivan la vida y la fe, como vocación, como misión de servicio. Darán mucho fruto, harán mucho bien, y esto les hará muy felices. Como les dice el Papa Francisco: Que nadie les robe la fe, la esperanza ni el amor. Sí, construyan una Iglesia y una sociedad mejores. Sepan acoger la sabiduría de los mayores y, con ella, canalicen todas sus potencialidades y creatividad. Jesús confía es ustedes. Confíen también ustedes en Él.
  • El Papa Francisco ha convocado un Sínodo sobre, y con, los jóvenes. Tiene como título “Jóvenes, fe y discernimiento vocacional”. Al Papa, a la Iglesia, le importa mucho los jóvenes y confiamos en ustedes. Nos importan mucho sus opiniones, por ello siguen invitados, hasta el 31 de diciembre, a responder al cuestionario que tienen en la página web del sinodo2018.

III.- María Mujer del Adviento, mujer de Esperanza, alienta nuestra esperanza.

María es figura del Adviento. Modelo de Esperanza y de espera. Pertenecía al resto de Israel, a los anawin, los pobres de Yaveh que se confían enteramente en Dios. Acogió la increíble propuesta de Dios; más allá de no poder comprender cómo, confió, y quedó carnalmente en “estado de buenaesperanza”, y dará a luz al Mesías, al Señor. Acontecimiento a vivir intensamente en la Navidad ya cercana.

Ojalá también nosotros, por la confianza en Dios, vivamos en esperanza y espera confiada, y fecundados por el amor de Dios, engendraremos más a Cristo en nuestras vidas, en la Iglesia y el mundo.

Como Iglesia diocesana, estamos en estado de esperanza y espera, para que nos llegue el nuevo Obispo que la Iglesia de Valdivia necesita, que nos presida y anime en la fe, la esperanza y el amor, en una Iglesia que juntos construimos.

Como Iglesia chilena también esperamos, oramos y preparamos, la visita Papa Francisco, que nos trae la Paz de Cristo, como dice el lema de la visita: “Mi paz os doy”. Una paz que contiene los mejores bienes personales y sociales que podamos desear, una paz que es la alegría del Evangelio.

Preparando estos acontecimientos es que:

Nos alegramos de contar ya, para ir al encuentro con el Papa en Temuco, con más de mil hermanos inscritos y unos cien jóvenes voluntarios papales. La Comisión diocesana sigue trabajando en todos los preparativos, y todos oramos constantemente por el fruto de esta visita. Sin duda, será un gran acontecimiento que, como en todas las visitas que hace el Papa, dará mucho fruto. Estaremos deseosos de escuchar el mensaje de quien viene, en nombre de Cristo, como mensajero de la Paz.

Del lunes 2 al jueves 4 de enero, en el Colegio Salesiano, tendremos la Escuela de Verano, en la que este año queremos acoger la enseñanza del Papa sobre los diversos temas.

A continuación, para el viernes 5 de enero, convocamos a todos a un Encuentro Diocesano en torno a la Eucaristía. Encuentro en el que queremos orar especialmente por la elección de un nuevo Obispo. Encuentro en el que visibilicemos y agradezcamos la riqueza de todas las realidades de nuestra diócesis: parroquias, capillas, comunidades, movimientos, todas las pastorales, actividades y grupos. Porque…, juntos construimos Iglesia.

También tendremos la alegría de culminar el año de las vocaciones con la Ordenación Sacerdotal del joven diácono, religioso de la Preciosa Sangre, Diego Gallardo, en la mañana del 6 de enero, en la parroquia de la Preciosa Sangre.

Que María nos siga llevando a Jesús. Que María aliente nuestra esperanza, nuestra preparación de la Navidad, nuestras esperas como Iglesia, y todas las esperas de cada uno de ustedes, de sus familias, y de todos los necesitados a los que estamos llamados a servir.

Para ello, con las palabras del ángel, y las de su prima Isabel, digan conmigo: Dios te salve, María… 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén

 

Gonzalo Espina Peruyero

Administrador Apostólico de Valdivia


Diseñado y administrado Juan Latorre.