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Comunidades de nuestra diócesis se preparan para la fiesta del mártir romano, afinando últimos detalles de esta popular celebración religiosa que convoca a cientos de personas.

La devoción a San Sebastián es una de las más arraigadas a en nuestra diócesis, lo que se observa en la multitudinarias procesiones y celebraciones que se realizan el 20 de enero en las parroquias de Nuestra Señora del Carmen (Collico y Calle-Calle), Nuestra Señora de Lourdes (Paillaco) e Inmaculada Concepción (Crucero).

A continuación, ponemos a disposición de la comunidad el horario de las novenas y de las celebraciones que se realizarán este 20 de enero en nuestra diócesis de Valdivia

Parroquia Nuestra Señora del Carmen

Novena

  • Desde el viernes 11 de enero a las 19:30 horas en el templo parroquial

Celebración del 20 de enero en sector Calle-Calle

  • 09:00 horas primera misa
  • 10:00 horas segunda misa
  • 11:00 horas tercera misa
  • 12:00 horas misa y procesión
  • 15:00 horas última misa.

Celebración del 20 de enero en sector Collico

  • 07:00 horas misa en templo parroquial.
  • 19:30 horas procesión y misa en templo parroquial

Parroquia Nuestra Señora de Lourdes

Novena

  • Desde el viernes 11 de enero a las 19:00 horas en el templo parroquial

Celebración del 20 de enero en Paillaco

  • Rosario a las 08:00 horas
  • 09:00 horas misa y confesiones en templo parroquial.
  • 11:00 horas misa y confesiones en templo parroquial.
  • 12:00 horas misa y confesiones en templo parroquial.
  • 13:30 horas Bautizos en templo parroquial.
  • 15:00 horas misa y confesiones en templo parroquial.
  • 16:00 horas procesión con la imagen de San Sebastián.

Parroquia Inmaculada Concepción

Celebración del 20 de enero en Crucero

  • 08:30 horas Rosario e ingreso de la imagen de San Sebastián.
  • 09:00 horas primera misa.
  • 11:00 horas segunda misa.
  • 14:30 horas procesión.
  • 15:30 horas misa en el sector ferrocarriles.

Breve historia de San Sebastián

Sebastián, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. Era respetado por todos y apreciado por el emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo. Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador Maximino quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo.

El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el Emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y arrojaron su cuerpo a un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

La veneración a San Sebastián es muy antigua; es invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión, y además es llamado además el Apolo cristiano ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general.

 


Las comunas de Río Bueno, Paillaco y Valdivia vivirán otro año más la fiesta al santo romano que congrega a miles de personas en toda nuestra diócesis.

El 20 de enero la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Sebastián, mártir romano. Esta es una de las fiestas religiosa más extendidas en Chile, especialmente en la zona sur, y que en nuestra diócesis se vive fervientemente en las comunas de Río Bueno, Paillaco y Valdivia con misas y peregrinaciones para honrar al santo.

Río Bueno

En la parroquia Inmaculada Concepción, de Río Bueno

Sector Crucero, Capilla Sagrado Corazón de Jesús

Sector Los Copihues, Huacamalal

Sector La Aguada, Puro Chile

08:30 horas - Rosario del Alba

15:00 horas - Eucaristía

19:30 horas  -Eucaristía

09:00 horas -Eucaristía

   

11:00 horas -Eucaristía

   

14:30 horas -Procesión que finaliza con Eucaristía

   

 

Paillaco

Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Paillaco

(El templo estará abierto desde las 06:00 am)

Rosario y Letanías a San Sebastían

08:00 horas

Misa y Confesiones 

09:00 horas

Misa y Confesiones 

11:00 horas

Misa, Bautismos y Confesiones 

12:30 horas

Rosario y Letanías a San Sebastían

14:00 horas

Misa y Confesiones 

15:00 horas

Procesión con la Imagen de San Sebastián por las calles de la ciudad

16:00 horas

 

Valdivia

Parroquia Nuestra Señora del Carmen

Nuestra Señora del Carmen, en Collico

Capilla del sector Calle-Calle

Misa a las 07:00 horas

Misa a las 09:00 horas 

Misa a las 10:00 horas

Misa a las 10:00 horas

Misa a las 12:00 horas

Procesión a las 12:00 horas, concluye con Misa

Procesión a las 19:00 horas, concluye con Misa

Misa a las 14:30 horas

                                      Capilla San Antonio, en Niebla

Misa

12:30 horas

Procesión 

17:00 horas

Breve historia de San Sebastián

Sebastián, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. Era respetado por todos y apreciado por el emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo. Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador Maximino quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo.

El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el Emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y arrojaron su cuerpo a un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián..

 


Las comunas de Río Bueno, Paillaco y Valdivia vivirán otro año más la fiesta al santo romano que congrega a miles de personas en toda nuestra diócesis.

El 20 de enero la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Sebastián, mártir romano. Esta es una de las fiestas religiosa más extendidas en Chile, especialmente en la zona sur, y que en nuestra diócesis se vive fervientemente en las comunas de Río Bueno, Paillaco y Valdivia con misas y peregrinaciones para honrar al santo.

En la parroquia Inmaculada Concepción, de Río Bueno

Sector Crucero, Capilla Sagrado Corazón de Jesús Sector Los Copihues, Huacamalal Sector La Aguada, Puro Chile
08:30 horas Rosario del Alba 15:00 horas Eucaristía 19:30 horas Eucaristía
09:00 horas Eucaristía    
11:00 horas Eucaritía    
14:30 horas Procesión que finaliza con Eucaristía    
     

Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Paillaco

(El templo estará abierto desde las 06:00 am)

Rosario y Letanías a San Sebastían 08:00 horas
Misa y Confesiones  09:00 horas
Misa y Confesiones  11:00 horas
Misa, Bautismos y Confesiones  12:30 horas
Rosario y Letanías a San Sebastían 14:00 horas
Misa y Confesiones  15:00 horas
Procesión con la Imagen de San Sebastián por las calles de la ciudad 16:00 horas

Parroquia Nuestra Señora de Lourdes

Nuestra Señora del Carmen, en Collico Capilla del sector Calle-Calle
Misa a las 07:00 horas Misa a las 09:00 horas 
Misa a las 10:00 horas Misa a las 10:00 horas
Misa a las 12:00 horas Procesión a las 12:00 horas, concluye con Misa
Procesión a las 19:00 horas, concluye con Misa Misa a las 14:30 horas

Breve historia de San Sebastián

Sebastián, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. Era respetado por todos y apreciado por el emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo. Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador Maximino quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo.

El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el Emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y arrojaron su cuerpo a un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

La veneración a San Sebastián es muy antigua; es invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión, y además es llamado además el Apolo cristiano ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general.

 


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