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Como exitosa se evaluó el desarrollo de la XXIV Escuela de Verano en la diócesis de Valdivia realizada en la Universidad Santo Tomas sede Valdivia. Este espacio invito a leer la realidad del presente desde la Biblia y la experiencia cristiana.

Este pasado sábado 11 de enero se desarrolló de 09:00 a 17:00 horas la XXIV Escuela de Verano que organiza la diócesis de Valdivia, reuniendo a más ciento cincuenta participantes. Las dependencias de la Universidad Santo Tomás sede Valdivia, fueron el espacio en que se desarrollaron los ocho talleres que este 2020 se ofrecieron, y que se concentraron en el estudio de la Biblia para comprender y discernir la realidad actual.

Esta versión de la escuela se caracterizó por el grato y fraterno ambiente en las aulas y en los espacios comunes. En palabras de Javier Vega, director de esta versión de la Escuela de Verano, “ha sido una experiencia bastante grata y agradable, llegaron agentes pastorales y no agentes pastorales, personas que venían de Valdivia y comunas cercanas, esto es una ganancia respecto años anteriores.  Ha venido mucha gente de comunas lejanas, quienes se han hecho el tiempo y han podido participar”.

La interpretación y abordaje del presente a través del estudio de la Biblia, junto a la reflexión y discernimiento de la Iglesia y la sociedad actual, fueron las directrices transversales en que se desarrollaron los cursos ofrecidos. Medio ambiente, religión y política, estudio bíblico, antropología cristiana, prevención de abusos, entre otros fueron los temas que fueron ofrecidos a los más de 100 participantes. En este sentido la organización resalto alta participación e interés en utilizar la biblia, para el discernimiento y para pensar vislumbrando a donde nos quiere llevar Dios con todo lo que vemos en el presente.

Esta XXIV Escuela de Verano contó con la presencia del r.p. Gonzalo Espina, Administrador Apostólico de Valdivia, quien saludo y compartió con los participantes. La jornada finalizó con la presentación de un conjunto de jóvenes músicos de la Fundación CIFAN, institución que trabaja en la promoción social de niños, niñas y jóvenes, fundada por el Obispado de Valdivia.


Con la participación del Administrador Apostólico de Valdivia, se reconoció a los jóvenes que finalizaron el año 2018 el I Diplomado en Teología para Jóvenes dictado por la Universidad Santo Tomas en la Diócesis de Valdivia.

En el auditorio 2 de la Universidad Santo Tomas, sede Valdivia, el pasado miércoles 12 de junio a las 18:30 horas 27 jóvenes recibieron su certificado por completar el Diplomado de Teología para Jóvenes que se realizó el año 2018. El acto contó con la presencia del Director de Formación e Identidad, Marcelo Patroni, y la Directora de Capacitación y Educación continua, Loreto Cerda, de la sede universitaria. También se hizo presente el padre Gonzalo Espina, Administrador Apostólico de Valdivia, y el padre Nelson Huaiquimil en representación del equipo docente que ejecuto y acompaño el proceso formativo. 

El Diplomado en Teología para Jóvenes, fue una iniciativa de la diócesis de Valdivia, que en conjunto con la Universidad Santo Tomas se planteó crear un espacio de formación académico para jóvenes de las diversas casas de estudio que quisieran profundizar, o sintiesen curiosidad con respecto a la disciplina de la teología. 

El espacio del diplomado constituyo un lugar de encuentro, en que el diálogo, y el compartir de ideas fue generador de conocimiento en sí. Esto se ve de manifiesto al comentarse que entre los estudiantes se encontraban integrantes de otras iglesias cristianas, y algunos que abiertamente se declararon no creyentes pero deseosos de aprender y conocer. 

El padre Gonzalo Espina, resaltó la importancia de la formación y de romper con la lógica y practica cultural tan común de antagonizar ciencia y fe, ignorando el rico pasado de hombres y mujeres que han contribuido a la ciencia como grandes y reconocidos científicos y científicas, siendo presbíteros, religiosos o laicos comprometidos. Para el Administrador Apostólico de Valdivia, la ciencia y la fe no son excluyentes, la creación fue hecha por Dios quien la dispuso para explorarla, descubrirla y descifrar sus leyes, y aún si el ser humano quisiera conocerlo todo, la creación le supera en complejidad y dimensión, pero ahí está para desafiarnos. En este sentido señalo “un astronauta no creyente ira al espacio, y luego comentara que no encontró a Dios. Mientras que un astronauta creyente, va al espacio y queda tan maravillado que se dice he contemplado la obra de Dios y su huella”.

Los docentes que aplicaron el plan de estudio de este primer diplomado en teología fueron el padre Cristóbal Fones sj, el padre Pedro Gil, Gabriel Sagal y el padre Nelson Huaiquimil, a quienes se les agradeció tanto desde las autoridades universitarias y diocesanas, como también por parte de los estudiantes representados por Zaray Miranda Chacon, quien dirigió una palabras sobre el procesos vivido como primera generación. 


La iniciativa busca entregar herramientas a los nuevos catequistas que se suman a la importante labor evangelizadora en sus comunidades bajo la pregunta: ¿Cómo prepararnos para cumplir nuestra misión?

El Departamento Diocesano de Catequesis ha preparado un curso de formación para catequistas novatos que se ha ido desarrollando los días 6 y 7 de esta semana, y que continuará este 9 y 10 mayo en la Casa Diocesana de Formación San Lorenzo de 19:30 a 21:30 horas. Han sido 27 los participantes iniciales de esta nueva apuesta diocesana que reúne a nuevos catequistas de diversas comunidades.

Este curso de formación metodológica para catequistas quiere responder a la pregunta ¿Cómo prepararnos para cumplir nuestra misión? Interrogante que desafía y moviliza a todos los agentes pastorales en lo cotidiano. Para responder a esta pregunta se ofrece este curso compuesto por dos núcleos temáticos, siendo el primero orientado a la espiritualidad del catequista, y el segundo a los aspectos metodológicos de la catequesis.

La espiritualidad del catequista busca ahondar en la vocación del catequista, entendiendo este servicio como un llamado, una misión, que no se realiza bajo criterios humanos, sino siguiendo el estilo de Jesús. Este núcleo se centra en la profundidad de nuestro encuentro con Dios desde nuestro ser catequista.

El segundo núcleo ahondara en herramientas adecuadas para facilitar la experiencia de encuentro con Cristo. Se centrará principalmente en ofrecer un batería de recursos que pueden facilitar la labor del catequista de acuerdo a las necesidades que este requiera en cada caso particular.

Quienes acompañan este proceso son el presbítero Nelson Huaiquimil (día 1), Claudia Delgado (día 2), Jaqueline Born (día 3) y la hermana Bernardita (día 4)


Diseñado y administrado Juan Latorre.